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¿Sabía que Hitler y
Churchill se fiaban de los augurios de magos y videntes en plena Segunda
Guerra Mundial? ¿Y que Fidel Castro, Reagan o Miterrand consultaban a sus
brujos y chamanes de cabecera más que a sus ministros? ¿O que Franco concedió
importancia a la magia y a las predicciones de las artes adivinatorias cada
vez que tenía que tomar una decisión importante?     Reyes, reinas, emperadores, presidentes
de Gobierno, militares… Son muchas las altas personalidades que han tenido a
su lado augures, videntes, magos y brujos a lo largo de la historia. De
hecho, en la actualidad algunos políticos aún recurren a ellos para resolver
asuntos relacionados con su cargo. La presencia de magos como Merlín o
Rasputín en las cortes británica o rusa, respectivamente, desempeñando un
papel importante en la toma de decisiones de sus respectivos reyes, con
poderes sobrenaturales, capaces de leer los signos ocultos y vaticinar el
futuro, son el sueño dorado de los dirigentes actuales.      Estas páginas hacen un repaso de la
influencia que este tipo de personajes han ejercido en las más altas
instancias gubernamentales desde tiempos remotos; viajamos al Antiguo Egipto,
Mesopotamia o la Grecia y Roma clásicas, y en un largo periplo regresamos
hasta el mismísimo siglo XXI, sobre todo en América Latina con los casos de
Fidel Castro, Hugo Chávez, Maduro o Bolsonaro, sin olvidar a Donald Trump o
Vladimir Putin. No sin antes descubrir el mundo del espiritismo, los masones
o la guerra oculta y paranormal que también se libró en la II Guerra Mundial
entre aliados y nazis o en plena Guerra Fría.